Chuky’ Casanova salió del penal y pasó horas en su casa

Javier “Chuky” Casanova, sospechado de vínculos con el narcotráfico y procesado por un tiroteo en una fiesta electrónica de Tafí Viejo, permaneció varias horas con paradero desconocido, a pesar de que debía cumplir prisión preventiva en el penal de Benjamín Paz. Un error del Servicio Penitenciario generó alarma entre las autoridades y derivó en una investigación administrativa.

El 21 de septiembre se produjo un enfrentamiento entre el grupo liderado por “Chuky” y el de Facundo Ale, hijo de Ángel “El Mono” Ale. Inicialmente se sospechó que la balacera estaba vinculada con la barra brava de San Martín, aunque luego surgieron indicios de que el hecho podría estar relacionado con disputas territoriales por narcotráfico.

Tras las primeras averiguaciones, el fiscal Miguel Fernández logró que un juez autorizara allanamientos. En la vivienda de Casanova se encontraron unas 100 dosis de droga y una pistola que podría haber sido utilizada en el enfrentamiento, lo que derivó en acusaciones por el tiroteo y por tenencia simple de estupefacientes.

El juez Guillermo Taylor modificó la medida cautelar para que Casanova cumpla la preventiva en arresto domiciliario, aunque aclaró que la decisión dependía de la disponibilidad de la pulsera electrónica. Sin embargo, se registraron irregularidades en su traslado: el Servicio Penitenciario lo llevó a su casa pese a que un informe indicaba que no contaban con el dispositivo, y horas después el aparato ya estaba colocado.

A las seis de la mañana se detectó que Casanova habría abandonado su domicilio, pero el monitoreo lo informó recién a las 7.30. Cuando se preparaba un operativo para localizarlo, el procesado se entregó voluntariamente y aseguró que nunca había salido de su casa.

El fiscal Fernández decidió investigar la actuación del personal del Servicio Penitenciario para esclarecer lo ocurrido. Desde Seguridad informaron que ya se inició una investigación administrativa. Por su parte, el defensor Facundo Herrera sostuvo que se trató de un error administrativo y que no hay culpables: “Cuando nuestro asistido nos comunicó lo que había ocurrido, le explicamos que se trataba de una equivocación y que debía presentarse ante el fiscal”.