Murió Enriqueta Rodríguez de Maroni, expresidenta de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora

Participó del documental holandés que mostró al mundo las desapariciones forzadas en Argentina. A los 98 años, deja un legado de verdad y coraje.

Nacional05 de agosto de 2025Canal 10Canal 10
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La voz que denunció la dictadura en plena Copa del Mundo 78 hoy se despide

Enriqueta Rodríguez de Maroni falleció a los 98 años, confirmaron este martes diversas organizaciones de Derechos Humanos. Fue expresidenta de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, referente ineludible en la búsqueda de justicia por los crímenes de la última dictadura militar. En abril de 1977, perdió a sus hijos María Beatriz y Juan Patricio, ambos secuestrados por un grupo de tareas del Ejército. Nunca más volvió a verlos.

La historia de Enriqueta, sin embargo, no se encerró en el dolor. Fue una de las protagonistas del documental realizado por la televisión holandesa durante el Mundial de 1978, donde denunció públicamente los crímenes del terrorismo de Estado. Su rostro y su voz viajaron por el mundo en pleno silencio oficial. “Han robado cuanto han querido, las han destrozado. Además, a nuestros hijos nos han robado, y nunca más supimos de ellos. El Ejército lo hizo”, dijo ante las cámaras.

Aquel testimonio se convirtió en una de las primeras denuncias internacionales contra la dictadura. Enriqueta fue docente, trabajó en el barrio Cildañez de Buenos Aires y nunca abandonó el aula, ni siquiera después del secuestro de sus hijos. Siguió enseñando y participando activamente en espacios de memoria, verdad y justicia. Entre 2022 y 2024, presidió la Línea Fundadora de Madres de Plaza de Mayo, consolidando su compromiso incansable con los derechos humanos.

A lo largo de su vida, impulsó proyectos culturales y educativos, como la Tecnicatura en Música Popular de Madres. Esta carrera, que funciona en la Casa “Nuestros Hijos la Vida y la Esperanza”, forma parte del legado que deja como educadora y militante. Su mirada estaba puesta no solo en el pasado, sino también en la transmisión del mensaje de memoria a las nuevas generaciones.

En un video del Archivo Oral de Memoria Abierta, grabado en 2002, expresó: “Frente a un dolor tan enorme y tan grande, lo único que te puede mantener es el estar acompañada, sentir que a otros les está pasando lo mismo y que entre nosotras nos ayudábamos”.

En una entrevista realizada durante el 43 aniversario de Madres, en 2020, habló con ternura y orgullo de sus hijos. “Mi hija María Beatriz era asistente social y mi hijo Juan Patricio sociólogo. El campo de trabajo elegido por ellos eran los barrios carenciados. Siento una inmensa alegría por haberlos tenido y un orgullo por haber podido acompañar y ser testigo de su compromiso social con los más necesitados”.

Sin embargo, nunca dejó de señalar la herida más profunda que dejó la dictadura. “La detención y desaparición de un hijo es un desgarro insoportable. No lo podés creer y buscás desesperada respuestas que no llegan”, afirmó.

Su vida es símbolo de una generación de mujeres que enfrentaron el terror de Estado con pañuelos blancos y memoria viva. Enriqueta Rodríguez de Maroni transformó el dolor en lucha y la ausencia en bandera. Su legado quedará en la historia como una madre que se negó al olvido y eligió caminar, enseñar, gritar y abrazar. 

En tiempos donde se cuestionan cifras y relatos, su voz sigue resonando con fuerza. Porque el país que ayudó a reconstruir desde la verdad, todavía tiene una deuda con muchas madres que, como ella, siguen buscando. Nunca más no es solo una consigna. Es una promesa que se sostiene con memoria.

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