Última expedición del CONICET en el talud Argentino

El operativo oceanográfico avanza sobre zonas profundas y analiza organismos que usan energía química mientras transmite cada maniobra mediante una señal abierta.

Nacional25 de noviembre de 2025Canal 10Canal 10
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Última expedición del año

El CONICET inicia la última expedición del año y utiliza el buque Falkor (too) para recorrer el talud continental argentino entre el 14 de diciembre y el 10 de enero. La misión sigue una hoja de ruta que busca localizar ecosistemas que operan sin luz y dependen de reacciones químicas para sostener su funcionamiento. El plan de trabajo establece un relevamiento continuo que abarca sectores poco estudiados y suma maniobras técnicas realizadas en coordinación con el equipo científico a bordo. Además, la campaña retoma líneas de investigación que requieren observación constante y análisis de procesos biológicos del fondo marino.

La expedición está liderada por la bióloga María Emilia Bravo, quien pertenece a Exactas UBA y coordina actividades que involucran muestras de organismos extremos presentes en zonas profundas. Su equipo estudia especies que viven en ambientes sin radiación solar y utilizan metano y gases diversos como fuente de energía. El grupo describe procesos que permiten la supervivencia en condiciones muy exigentes y organiza protocolos de recolección que garantizan un registro preciso. En paralelo, los investigadores revisan datos históricos para establecer comparaciones que mejoran la interpretación de los análisis actuales. 

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Los ecosistemas estudiados dependen de la quimiosíntesis, un proceso donde bacterias y arqueas transforman compuestos inorgánicos en energía y sustentan cadenas tróficas marinas. El equipo analiza cómo estas reacciones sostienen comunidades que incluyen gusanos tubícolas, almejas y mejillones que utilizan compuestos químicos para obtener nutrientes. También observan cangrejos yeti que alojan bacterias en sus filamentos y examinan arañas de mar que ocupan zonas profundas del talud. A partir de este material, los investigadores buscan comprender cómo operan estas dinámicas y qué factores influyen en la distribución de cada especie.

El robot submarino SuBastian realiza al menos quince inmersiones y desciende hasta 4.500 metros para cumplir protocolos de captura y medición. La unidad reúne muestras de agua, sedimentos y fauna bentónica, y permite registrar imágenes que muestran comportamientos y movimientos de organismos extremos. Estas maniobras ofrecen información clave que complementa análisis químicos y biológicos que se desarrollan a bordo durante la campaña. Además, los registros visuales aportan evidencia que permite revisar hipótesis previas sobre adaptaciones de especies que viven sin acceso a luz.

Todas las inmersiones se transmiten en vivo mediante plataformas abiertas que ofrecen acceso público a cada operación. La misión mantiene esta modalidad desde expediciones anteriores y sostiene un flujo constante de imágenes que muestran tareas técnicas y descubrimientos en tiempo real. La difusión permite que investigadores, estudiantes y público general sigan procedimientos que forman parte del estudio de los ecosistemas profundos del país. Con esta campaña, el CONICET cierra el año con una operación que refuerza programas científicos vinculados al análisis del océano argentino. 

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