Frío extremo: cómo cuidar a las mascotas durante la ola polar

Las bajas temperaturas afectan a todos, pero más aún a quienes no pueden hablar. Recomendaciones sobre el cuidado de nuestros perros y gatos.

Tucumán02 de julio de 2025Canal 10Canal 10
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Cuidar del frío a tu perro es un acto de amor

Las temperaturas extremas afectan a todos, también a nuestras mascotas. En este contexto, Canal 10 habló con la veterinaria Silvana Salerno, quien explicó qué cuidados son fundamentales para proteger a los perros durante el invierno, sobre todo en esta ola polar. También brindó recomendaciones para ayudar a los animales que viven en la calle.

El fenómeno climático que atraviesa gran parte del país en estos momentos se conoce como “ola polar antártica”. Se trata de una masa de aire muy frío proveniente del polo sur que avanzó sobre Argentina esta semana. Según datos del Servicio Meteorológico Nacional, esta ola convirtió al país en uno de los más fríos del mundo en los últimos días, con mínimas bajo cero en provincias del norte, heladas intensas en el centro y temperaturas extremas en la Patagonia. En Tucumán, los termómetros marcaron registros muy bajos, incluso en zonas donde no suele helar con tanta fuerza.

Estas condiciones ponen en riesgo la salud de personas y animales, especialmente de aquellos más vulnerables. Entre ellos, los perros, que perciben el frío de forma distinta según su tamaño, pelaje y lugar donde viven. Quienes tienen mascotas saben que cuidarlas es una muestra de amor, pero también una responsabilidad que no se toma vacaciones.

Los cuidados a tener en cuenta 

Los perros que viven en interiores también necesitan atención. Las razas pequeñas o de pelo corto sufren más el frío aunque estén dentro de casa. Por eso, se recomienda preparar una cama con mantas, evitar que duerman directamente sobre el piso, y permitir que estén cerca de fuentes de calor, como estufas o radiadores. Siempre con ventilación en el ambiente para evitar intoxicaciones. Un chaleco polar también puede ayudar a conservar su temperatura, sobre todo a la noche o en las primeras horas del día. Sin embargo, es importante que no permanezcan con la ropa puesta todo el día porque necesitan tener la piel al aire libre, de lo contrario pueden padecer dermatitis.

Para los que viven en patios o galerías, se recomienda reforzar su espacio de descanso. Una cuchita con manta, cartón debajo y techo que los proteja del viento puede ser clave. Si es posible, cubrir la galería con plásticos o lonas ayuda a mantener el calor. Aunque tengan pelaje grueso, muchas razas igualmente sufren. “Incluso los perros grandes pueden morir congelados si no tienen refugio adecuado”, advirtió la médica de la Veterinaria Natureza.

Los animales callejeros son los que más sufren el frío. En ese sentido, cualquier gesto solidario puede cambiarles la vida. Armar un refugio con una caja, colocar un colchón viejo o dejarlos dormir en un espacio cerrado por la noche puede hacer una gran diferencia. También podés abrigarlos con un chaleco viejo o una manta y acercarles comida o agua tibia. “Muchas veces, lo que para nosotros es poco, para ellos puede significar todo”, afirmó Salerno.

Además del abrigo, hay que prestar atención a los síntomas de enfermedades. Letargo, pérdida de apetito, tos seca o con flema, estornudos y comportamiento extraño pueden ser señales de alarma. En esos casos, se recomienda acudir de inmediato al veterinario. También es fundamental mantener al día las vacunas, como la hexavalente, que protege contra enfermedades respiratorias frecuentes en invierno.

Otra clave es adaptar los paseos. Aunque haga frío, los perros necesitan salir. Se recomienda hacerlo en los horarios más templados, al mediodía o temprano (pero no en las últias horas de la noche), siempre con ropa adecuada. 

En casa, si los perros quedan solos muchas horas, lo ideal es dejarlos en un ambiente cerrado, con una cama bien equipada y alimento suficiente. El agua debe mantenerse líquida, nunca helada. Si hay calefacción encendida, es importante asegurar una buena ventilación y una fuente de agua cerca para evitar que se resequen las vías respiratorias.

El invierno es un buen momento para recordar que los animales no son objetos: sienten, padecen, y también agradecen. Cuidarlos con compromiso es parte de una convivencia responsable. Y ayudar a los que están en situación de calle es un gesto de humanidad que puede salvar vidas en estos días tan fríos.

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